Piscis y su conexión mitológica: El signo que nació del caos y la magia

Piscis es el último signo del zodiaco, el que recoge todo lo aprendido en el viaje astrológico. Regido por Neptuno (Dios de los océanos), Piscis, es agua profunda, intuición sin límites y una conexión con lo místico que parece no tener principio ni final. Pero más allá de su fama de soñador, Piscis guarda en su esencia un mito de supervivencia, astucia y transformación: el mito de Afrodita y Eros huyendo de Tifón.

El mito de Afrodita y eros: la huida a través del agua

En la mitología griega, este signo está asociado a la historia de Afrodita y Eros, dos dioses (madre e hijo) que, para escapar de la furia del titán Tifón, se sumergieron en el océano y se transformaron en peces.
Según la leyenda, los dioses ataron sus colas con una cuerda dorada para no separarse en la inmensidad del agua, un símbolo que hoy podemos ver reflejado en la imagen de los dos peces que representan a Piscis.

Tifón era un monstruo gigantesco, hijo de Gea (la Tierra) y el Tártaro, con un poder tan grande que hasta los dioses del Olimpo lo temían.
Cuando Tifón atacó el Olimpo, los dioses huyeron en distintas direcciones. Se dice que algunos se transformaron en animales para escapar, y entre ellos estaban Afrodita, diosa del amor y la belleza, y su hijo Eros, dios del deseo y la pasión. Para evitar ser capturados, se lanzaron al río Éufrates y se convirtieron en peces. Pero para no perderse en la corriente, ataron sus colas con una cuerda dorada, asegurándose de que su vínculo no se rompiera.
Los dioses lograron escapar, y en honor a su astucia y a la protección mutua que se brindaron, los dioses inmortalizaron su figura en el cielo como la constelación de Piscis.

El mito de Piscis no es solo una historia de huida; es un recordatorio de que la verdadera fortaleza no siempre viene del enfrentamiento directo, sino de la capacidad de adaptarse y encontrar soluciones creativas.
A diferencia de Aries, que enfrenta los problemas de frente, o Capricornio, que los resuelve con disciplina, Piscis encuentra respuestas en el flujo del agua, en la intuición y en el instinto.
Afrodita y Eros no pelearon contra Tifón porque sabían que no era una batalla que pudieran ganar con la fuerza, así que usaron su inteligencia y su conexión con el agua para sobrevivir.

El Vínculo de Piscis: La Cuerda Dorada
Uno de los elementos más simbólicos del mito es la cuerda dorada que une a los dos peces. Este lazo representa la interconexión que define a Piscis: es un signo que no puede concebirse sin el otro, porque su esencia está ligada a la empatía, la espiritualidad y la conexión con el universo.

Si analizamos este mito detenidamente podemos ver a Afrodita más allá de su imagen tradicional como diosa del amor y la belleza. En esta historia, no es una figura pasiva ni dependiente de los dioses masculinos del Olimpo. Actúa con inteligencia, encuentra una vía de escape para salvarse a sí misma y a su hijo.
Piscis, con su energía receptiva y compasiva, desafía la idea de que la fuerza solo se expresa a través del dominio o la confrontación. Nos recuerda que la resistencia también se manifiesta en la suavidad, en la capacidad de transformarnos y en el poder de la intuición.

Si Piscis fuera un personaje de ficción, probablemente sería Luna Lovegood (Harry Potter), con su visión única del mundo, su intuición profunda y su conexión con lo místico.
En el cine, podríamos relacionarlo con Sally Owens (Prácticamente magia), una mujer que lucha contra su destino sin perder la ternura ni la conexión con lo oculto.

Preguntas para Reflexionar:

¿En qué situaciones de tu vida podrías fluir en lugar de resistirte?
¿Cómo puedes usar tu intuición como una herramienta en lugar de un refugio?
¿De qué formas puedes conectar con el mundo sin perder tu esencia?

Piscis nos enseña que la sensibilidad es una forma de fortaleza y que, a veces, la mejor manera de enfrentar el caos es convirtiéndonos en algo nuevo.

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